Los agentes muertos fueron el cabo Evaristo Rosario Paniagua y el raso Edison Puello Ramírez, quienes recibieron varios impactos de bala, de acuerdo al informe policial, que da cuenta de que Rosario Paniagua falleció en la calle Juan Goico Alix, del Ensanche Ozama, a causa de heridas de bala en distintas partes del cuerpo, ocasionadas por cuatro desconocidos con armas de fuego cortas.
El informe explica que el alistado fue interceptado a las 9:00 de la noche mientras se encontraba en la referida dirección, donde los desaprensivos lo despojaron de su arma de reglamento, le dispararon y de inmediato huyeron del lugar.
Mientras, el raso Puello Ramírez murió mientras era llevado al hospital traumatológico doctor Ney Arias Lora, a causa de heridas de bala en el cráneo y hombro izquierdo, ocasionadas con un arma de fuego corta por Luis Enrique Rosario Bonilla, quien actuó en compañía de un desconocido que sorprendió a la víctima en momentos en que se encontraba en la calle Primera del sector Cansino Adentro, en compañía de un menor de 16 años, donde uno de los agresores lo despojó de su arma de reglamento y una motocicleta.
Las autoridades policiales informaron que ambos casos se encuentran bajo investigación de oficiales de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM), quienes se presentaron a las respectivas escenas en busca de evidencias que permitan ubicar y apresar a los autores.
La Policía precisó que en el lugar donde fue ultimado el cabo Rosario Paniagua fueron encontrados ochos casquillos calibre 9 milímetros y un proyectil, y al lado del cadáver se encontraba la motocicleta marca SUZUKI, AX-100, color negro, en la cual se desplazaba el agente policial, en tanto que en el lugar donde fue baleado el raso Puello Ramírez fueron recolectados seis casquillos calibre 9 milímetros.
La muerte de agentes policiales para quitarles sus armas de fuego causa doble preocupación en la población y en las autoridades, ya que se atribuye la creciente violencia a las numerosas armas de fuego en poder individuos dedicados al tráfico de drogas, así como a los asaltos a mano armada que se producen tanto en la Capital como en las provincias de Santo Domingo y del interior del país.
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